Demoras en la fertilidad. ¿Qué factores lo favorecen?

Alrededor de una de cada 10 mujeres en edad fértil, puede sufrir de demoras en la fertilidad. Esto se hace evidente cuando se ha estado en convivencia al menos un año y no hay embarazo. Si bien, puede haber factores anatómicos como la obstrucción de las trompas, en la mayoría de casos, se debe a alteraciones en la calidad ya sea ovulatoria y/o de la espermatogénesis. Además, con la edad, nuestro cuerpo sufre un deterioro en el funcionamiento, en general, y por ello, con la edad es más probable de padecer de demoras en la fertilidad y otras molestias o enfermedades. Pero no nos queda claro, cuánto es solo porque ganamos años y cuánto es porque, con el tiempo, ganamos alteraciones que afectan la calidad funcional. Muchas veces, las causas de la demora en la fertilidad están en la pérdida de calidad, que se adquiere en el tiempo y no necesariamente con la edad. Los factores que afectan la calidad, muchas veces son sujetos a corrección y con ello, se recupera la funcionalidad y la fertilidad. Los principales factores que con la edad aparecen y pueden ocasionar, en personas susceptibles, demoras en la fertilidad son: Acumular más grasa que músculo en el cuerpo: Con los años tendemos a ganar mucho tejido de almacén, el cual refleja una disminución de la función en los tejidos y/o el consumo de alimentos energéticos en exceso. Tener alteraciones en las hormonas del metabolismo: Si se eleva la actividad de la insulina, baja la actividad de las hormonas tiroideas o se agota el cortisol, es muy probable que la función reproductiva, así como otras funciones, se afecten. Tener deficiencia de micronutrientes críticos en la fertilidad: Si no hay una buena concentración de vitamina D, hierro en los tejidos o no hay omega 3 que calme la inflamación, es muy probable que se afecte la calidad reproductiva. Acostarse tarde: La ovulación es un evento que requiere de una elevación de la hormona del crecimiento o reparadora y eso se consigue cuando la mayoría de días nos acostamos antes de las 10 de la noche. Todos estos factores son sujetos de corrección y con ello, mejorar la fertilidad de haber una demora. Y eso es lo que promovemos en el IMM, corregir causas antes de solo forzar que el óvulo se acerque al espermatozoide de cualquier manera.

Infusiones herbales. ¿Cómo contribuyen al bienestar?

Las infusiones es una de las bebidas más antiguas que acompañan al hombre. De modo natural, nos dimos cuenta que el calor del agua podía extraer de las hierbas moléculas que no sólo acompañan al paladar con sabores únicos, si no además, contribuyen a que nos sintamos mejor pues sus moléculas contienen muchas veces propiedades terapéuticas y aliviadoras en múltiples órganos. De parte de estudios científicos validados, sobre todo a nivel laboratorial, se ha demostrado que estas bebidas contienen una importante concentración de fenoles. Los fenoles y flavonoides, son moléculas con propiedades antioxidantes, por lo que contribuyen a evitar el deterioro celular y han demostrado además, disminuir la actividad de interleukinas, sustancias que se activan con la inflamación y al detener su actividad actúan como anti inflamatorios. En otros estudios, se ha demostrado que tienen la capacidad de inhibir el crecimiento de células tumorales, por lo que se sugiere su uso como un suplemento dietario en la prevención del cáncer. Existen infinidad de infusiones, conocerlas es muy beneficioso y las más populares pueden, en casos leves, contribuir al alivio en el estado de ánimo, molestias digestivas o molestias menstruales y otras en múltiples sistemas como el respiratorio o el de defensa. Si bien buscar causas asociadas cuando el problema es recurrente o se hace severo en el tiempo es importante. Apoyarse en los casos leves en estos nutracéuticos nos parece una opción válida. Además, su bajo nivel de toxicidad, los hace seguros en un consumo moderado y combinar las diferentes hierbas mejora su potencial de beneficios. Con la llegada de los jugos y extractos las infusiones han perdido protagonismo, pero rescatarlas e ir aumentando su consumo rutinario, de hecho apoya al bienestar sostenido que es lo que promovemos en el IMM.

Pescados grandes, mercurio y riesgos para la mujer

El pescado es una de las fuentes nutricionales más importantes para las personas a toda edad. Su contenido nutricional va desde su alta concentración de proteínas de alta calidad y su alto contenido de aceites esenciales críticos para el bienestar como el omega 3. Así que es una fuente importante de grasas buenas, proteínas, minerales y otros micronutrientes. En general, pescados y mariscos deben ser siempre parte de una dieta equilibrada a toda edad, dado sus muchos beneficios nutricionales. No obstante, y con la industrialización reciente, prácticamente todos los pescados y mariscos contienen algunos rastros de mercurio en su carne. Algunos muy poco y son seguros de consumir, pero otros, sobre todo los más grandes, sus cantidades son significativamente mayores y su consumo de rutina puede ser peligroso para el bienestar de la mujer. Esto porque el pescado al ser más grande ha vivido más tiempo y consumiendo más pescados pequeños, con lo cual su acúmulo de mercurio en sus tejidos es mayor. El mercurio tiene alta afinidad por las células neuronales en desarrollo, por lo que su toxicidad es particularmente de cuidado en mujeres que desean quedar embarazadas, en gestantes y niños. Otro riesgo importante, es que el mercurio actúa como un detonador de enfermedades autoinmunes, las cuales son 7 a 9 veces más frecuente en la mujer. Al parecer, existe una relación directa entre el nivel de contaminación por mercurio y la frecuencia de enfermedades autoinmunes que pueden afectar uno o múltiples tejidos. Ejemplos de este tipo de enfermedades son la endometriosis y la artritis reumatoidea, así como el síndrome de fatiga crónica. El riesgo de toxicidad va por la frecuencia de consumo y por el tipo de pescado. Tres recomendaciones importantes hay que tener en cuenta: -Evitar consumir pescados predadores o no predadores, que son grandes por estar más tiempo vivos y con ello, acumulan más mercurio como el atún rojo, caballas grandes. -Es deseable consumir hasta 400 gramos por semana de pescado pequeño y mariscos con bajo contenido de mercurio. -El atún enlatado, las sardinas y anchovetas, así como los camarones tienen bajo contenido de mercurio y son seguros de consumir. Prefiere siempre los pequeños. -Si no hay acceso a pescados pequeños hay que bajar el consumo a una vez por semana, sólo 200 gramos. El cuerpo tiende a eliminar el mercurio por los anexos como la piel, las uñas y el cabello. Si se sospecha de valores muy altos, luego de un año, se habrá eliminado el exceso si se evita la fuente. Otras fuentes de mercurio muy comunes son las amalgamas usadas en odontología. Si las tiene, es necesario que se las cambie por productos más modernos que su odontólogo recomendará. No consumir pescado sería más perjudicial para la salud, pues se perdería gran cantidad de nutrientes importantes, por lo que consumir los adecuados es muy importante para el bienestar.

Beneficios de la lactancia materna para la mamá

Sabemos los enormes beneficios que tiene la lactancia materna para el bebé, aunque este momento de conexión y de bienestar emocional entre ambos también aporta muchos beneficios a la mamá, desde el punto de vista del bienestar. Para lograr una lactancia beneficiosa para ambos, la mamá tiene que tener mucha paciencia pues, en la mayoría de casos, los primeros días no hay mucho volumen de leche, el bebé no tiene aún fuerza muscular en la boca y se irrita con facilidad. Si la mamá se desespera y le da fórmula, esta hace que la necesidad de succionar del bebé desaparezca y sin succión, menos estímulo y menos producción de leche. Así que, si eres una mamá motivada, acá te decimos los enormes beneficios que vas a lograr con la lactancia. Lo primero que va a favorecer, es a una pronta recuperación y retorno a la normalidad de tu cuerpo, luego de los cambios motivados por el parto. Al succionar, el bebé libera la hormona oxitocina en cantidades suficientes para forzar al útero a contraerse y perder tamaño, ahorrando la pérdida de sangre que sin lactancia se puede hacer muy prolongada, hasta 42 días. Además, el desgaste energético que implica la lactancia hace que el peso ganado sea más rápido de perder y así recuperar una relación músculo-grasa más saludable. La oxitocina no sólo cumple un rol directo sobre los tejidos uterinos, también, es la hormona del amor y de los buenos sentimientos, lo que ayuda a prevenir o disminuir el riesgo de depresión postparto. Por eso, ves la cara de felicidad de las mamis al momento de la lactancia en la mayoría de ellas. La prolactina, otra hormona que se eleva para producir leche, inhibe de modo natural la ovulación, por lo que una mami que da de lactar día y noche, puede no ver ovulación y menstruación, al menos los 6 primeros meses, luego del parto y actúa así como anticonpcetivo natural. A largo plazo, se ha visto que los cambios hormonales y de la relación músculo grasa que imprime la lactancia, así como otros, hacen que las mamás tengan menos riesgo de sufrir de tumores malignos en la mama y ovario, además de un menor riesgo de desarrollar diabetes, enfermedad cardiovascular y artritis reumatoidea. Esto depende mucho del tiempo de lactancia. A mayor tiempo, mayor beneficio. Otros beneficios en general son: menos visitas al pediatra por molestias asociadas a las leches de fórmula en algunos bebés, menos gasto en tarros de leche y menor contaminación por los potes que hay que eliminar. Así que, un hábito natural, que no tiene complicaciones por exceso de uso y que solo tiene beneficios, hay que promoverlo siempre.

Papiloma Virus Humana ¿Qué factores favorecen que genere lesiones?

Nueve de cada 10 personas se contaminarán en algún momento de su vida con uno de los más de 150 subtipos de Papiloma Virus Humano (PVH) que actualmente se han identificado. El temor que genera saberse portador de uno de estos virus es real toda vez que su presencia incrementa el riesgo de padecer lesiones malignas principalmente en el cuello uterino. Aunque lo cierto es que con los años, la mayoría de mujeres son capaces de limitar su proliferación y eliminarlo, en algunas persiste hasta poder desarrollar lesiones pre malignas que si no son tratadas a tiempo terminan convirtiéndose en lesiones malignas. ¿Cuáles son esos factores facilitadores? Acá se los decimos: Haber iniciado la vida sexual y no hacerse un control periódico. No hay cura para el PVH pero si tratamiento para los cambios pre malignos que aparecen hasta 15 años antes de que se establezca un cáncer. Un control periódico anual con el ginecólogo es muy importante. Hacerse un pap o tipificación de PVH son pruebas de detección adecuadas. No obstante, la mejor detección se consigue combinando pap con colposcopía. Infección por Clamidia: Esta especie de bacteria sólo se adquiere por la vía sexual y es común en personas con alto recambio de parejas. Si bien se asocia a dolor pélvico puede no ocasionar síntomas. No sólo incrementa mucho el riesgo de cáncer de cuello uterino sino además es causa de infertilidad. Dieta: Una dieta pobre en verduras con déficit de oligoelementos y antioxidantes y rica en grasas trans que favorecen daño en el ADN de las células hace que los tejidos crónicamente inflamados como un cuello portador de PVH sean más susceptibles a malignizarse. Cigarrillo: Numerosos químicos promotores del cáncer pasan del pulmón a la sangre y contaminan el cuello uterino. El cigarrillo ocasiona además un sistema de defensa menos activo con lo que se limita la capacidad de inhibir al PVH. Anticonceptivos hormonales: Sobre todo si son vía oral y si se utilizan 5 años a más. En esos casos el riesgo se duplica. Se ha visto que los anticonceptivos facilitan la aparición de infecciones vaginales en una de diez usuarias lo que facilitaría la actividad del virus. Historia familiar de cáncer de cuello uterino: Si mamá o hermana han tenido cáncer de cuello uterino este hecho triplica el riesgo de padecerlo. Es posible una disminución intrínseca en la capacidad de limitar la actividad del virus en estos casos. Como vemos, los factores que disminuyan la capacidad del sistema de defensa para luchar contra el PVH o que contribuyan al daño celular podrían hacer que las lesiones malignas aparezcan. No obstante lo más importante es acceder a un control periódico que detecte los cambios en etapas totalmente curables.

Ovarios Poliquísticos y Nutrición

El síndrome de ovarios poliquísticos es un trastorno muy común hoy en día que afecta a dos de cada diez mujeres. Sus consecuencias van más allá de afectar la ovulación, el patrón de la menstruación o la fertilidad. Se ha visto que favorece el cutis graso y el acné, incrementa el riesgo de sobrepeso y a largo plazo da más riesgo de padecer diabetes y enfermedad cardiovascular. Si bien las causas pueden ser múltiples, la mayoría de mujeres que padecen de este síndrome un factor comúnmente asociado es una respuesta exagerada de su cuerpo ante el consumo rutinario de alimentos ricos en azúcares refinados. Hoy en día hay exceso de alimentos ricos en azúcares refinados. Estos alimentos producen aumentos bruscos de azúcar en la sangre luego de ser consumidos. Cuando esto sucede, el páncreas tiene que liberar mayores cantidades de insulina, una hormona que saca el azúcar de la sangre y lo hace llevando el azúcar para que el músculo lo consuma en forma de energía o, si éste no lo necesita, termina convirtiéndolo en grasa y lo almacena, de preferencia en la cintura. ¿Y cuáles son estos azúcares refinados? Pues están en muchos alimentos, hasta en los no considerados como tal. Cuando se habla de azúcares inmediatamente se piensa en postres y bebidas endulzadas con cristales de azúcar, pero en realidad los azúcares refinados están en muchos alimentos no dulces, como los hechos en base a harina refinada como el pan blanco, el fideo blanco, las masas de pizza. El arroz blanco es otro alimento refinado rico en azúcares y actualmente, alimentos que son considerados fuentes de proteína están llenos de azúcares refinados derivados del jarabe de maíz como el yogurt, los embutidos bajos en grasa y salsas dulces para ensaladas. Si se consumen de rutina dichos alimentos, es posible que, por más que se den anticonceptivos por un tiempo, luego de dejarlos, el problema persista pues no se ha corregido la causa básica que es el exceso de insulina por errores nutricionales o falta de un metabolismo adecuado en el músculo. Lo ideal es consumir estos alimentos de modo muy ocasional e incrementar el consumo de proteínas y grasas buenas para conseguir mejor saciedad sin elevar la insulina. El ovario es muy sensible a cambios hormonales motivados por una dieta rica en azúcares refinados. Los factores nutricionales normalmente no son vistos como causas asociadas al ovario poliquístico por el enfoque convencional de atención que prioriza el uso de anticonceptivos. En el IMM promovemos siempre buscar y corregir las causas básicas metabólicas y nutricionales de modo que podamos tener un impacto más sostenido en el bienestar a corto y largo plazo en nuestras pacientes.

Trastornos Tiroideos - Su impacto en el Bienestar

La tiroides es una pequeña glándula que se encuentra en el cuello, produce las hormonas tiroideas, las sustancias más importantes en controlar el metabolismo, es decir, la capacidad de los tejidos de utilizar la energía de los alimentos y con ello funcionar óptimamente. Cuando esta glándula produce poca o mucha hormona puede afectar crónicamente la funcionalidad de muchos tejidos y con ello la paciente desarrolla síntomas crónicos y recurrentes que la mayoría de veces no son atribuidas a una alteración en la actividad de esta importante glándula. Puede afectar la pubertad y el inicio de la menstruación. Ocasiona que aparezca o muy temprano o muy tarde, de modo anormal. Cuando los niveles hormonales están alterados (muy bajos o muy altos) puede aparecer flujo menstrual leve o abundante, periodos menstruales muy irregulares o la ausencia por meses de la menstruación (amenorrea). Un porcentaje de mujeres que sufren de dolor menstrual moderado a intenso tienen como causa subyacente una alteración en la producción de estas hormonas. Esto se da porque afecta la funcionalidad del ovario, impidiendo una ovulación normal y regular, ocasionando muchas veces que en algunos ciclos la mujer no ovule y con ello incrementar las demoras en la fertilidad. Como impide la ovulación, el riesgo de desarrollar quistes ováricos funcionales aumenta, sobre todo si la mujer tiene poca producción de hormonas tiroideas (hipotiroidismo). Cuando el problema es importante con la actividad de esta hormona, es posible que se eleve la prolactina y con ello la paciente experimenta producción de leche sin mediar embarazo. El embarazo como es un estado de alta demanda energética dado que un bebé y otros tejidos están creciendo, si hay un desorden de la tiroides no detectado, el riesgo de complicaciones leves y severas se incrementa. Hay mayor riesgo de pérdidas espontáneas recurrentes y de complicaciones mayores como parto pretérmino y preeclampsia. En la mujer en menopausia, una tiroides muy activa puede empeorar la sensación de calor, el insomnio y la irritabiliad. Aunque lo más frecuente es que la tiroides esté poco activa y en este caso tener cansancio fácil, somnolencia, intestino lento, mayor sensibilidad al frío, ánimo depresivo y resequedad de la piel con cabello quebradizo. Y esto se puede dar a cualquier edad. Manejar óptimamente las deficiencias de la actividad de la glándula tiroidea no sólo consiste en tener un buen diagnóstico, sino tratar de equilibrar nutrición y otros co factores que favorecen su buen funcionamiento. En el IMM sabemos que el metabolismo y su manejo adecuado es muy importante para poder lograr que nuestras pacientes tengan el mínimo de molestias en su día a día.

Flora intestinal y Estado de ánimo

Cada vez es más común en este mundo moderno de sufrir alteraciones en el estado de ánimo que se pueden expresar como estados de depresión, crisis de ansiedad, pobre tolerancia al estrés e irritabilidad así como insomnio. Si bien la causa es multifactorial, y un solo factor no lo explica todo, existe en nuestro cuerpo una realidad que no siempre prestamos atención: la microbiota intestinal. Es decir los microorganismos que viven en nuestro intestino. Sabemos que hay un vínculo cerebro intestino pues ante un estrés agudo, como un examen importante, se nos afloja el estómago. En personas susceptibles por supuesto. Es posible que esa vía, no sea de un solo sentido, si no que, el intestino y sus residentes microbianos puedan tener un impacto en nuestro estado de ánimo. Múltiples estudios han demostrado que la microbiota intestinal es menos variada en personas clínicamente deprimidas, al compararlas con personas que no están deprimidas. Si contamos todas nuestras células, y los microbios son seres unicelulares, resulta que más del 50% de nuestro cuerpo es microbio. Así que un desequilibrio en estos microbios tiene un impacto en nuestro bienestar. La microbiota puede influir en la actividad del cerebro de múltiples formas: a través del nervio vago que conecta el intestino con el cerebro, mediante la descomposición de la fibra dietaria que termina produciendo ácidos grasos con múltiples efectos en nuestros tejidos. Existe un fuerte vínculo entre alteraciones en el sistema inmune, inflamación y estado de ánimo y los microbios residentes de nuestro intestino tienen influencia sobre la actividad del sistema inmunológico. La microbiota pierde diversidad cuando la dieta es rica en carbohidratos refinados y pobre en fibra y grasas buenas. Depende también de la exposición natural al entorno como pastos, arena y microorganismos del ambiente. Con más protección menos diversidad de microorganismos protectores. Si bien se está pensando en el desarrollo de psicobióticos, un coctel probiótico de bacterias saludables. En corto llevar un mayor contacto con la naturaleza, consumir alimentos ricos en fibra y vegetales fermentados de modo natural y alejarse del uso incorrecto de antibióticos y de una dieta muy procesada, son buenas medidas para reforzar y diversificar nuestra microbiota intestinal y con ello es muy probable tener una salud emocional más sostenida. En el IMM siempre afirmamos que el bienestar está en equilibrar la nutrición, las rutinas diarias y el metabolismo.